Un grupo de dieciséis ejecutivos franceses, a través de una carta abierta se ofrecieron a pagar una contribución especial con un espíritu de “solidaridad”. Entre las personas que han firmado la carta figura Liliane Bettencourt, heredera de L’Oreal, la mujer más rica de Europa.

La carta ha sido emitida en el marco de la crisis mundial y cuando Francia se ha dispuesto a anunciar medidas fiscales mucho más estrictas para así poder frenar el déficit y poder estabilizar los mercados. Así mismo, el gobierno francés anunció que está trabajando en un impuesto especial para todas aquellas personas que tengan ingresos superiores al millón de euroes anuales.

Extracto del artículo publicado por la BBC:

La carta estaba firmada por algunos de los más prominentes ejecutivos de Francia, entre ellos Christophe de Margerie de la empresa petrolera Total, Frederic Oudea, del banco Societe Generale, y Jean-Cyril Spinetta, director de la aerolínea Air France.

"Nosotros, presidentes o directivos de empresas, hombres o mujeres de negocios, financieros, profesionales o ciudadanos adinerados deseamos que se instaure una contribución especial que afecte a los contribuyentes franceses más favorecidos", dicen en el texto.

Los firmantes dijeron que se han beneficiado del sistema francés. "En un momento en el que el déficit de las cuentas públicas y las perspectivas de un agravamiento de la deuda del Estado amenazan el futuro de Francia y de Europa, en un momento en el que el gobierno nos pide a todos un esfuerzo de solidaridad, nos parece necesario contribuir", añaden.

Advirtieron, sin embargo, que la contribución no debe ser tan severa como para provocar un éxodo de los ricos o un aumento de la evasión fiscal.

La medida sigue la línea del llamado del inversor multimillonario estadounidense clicWarren Buffett, la semana pasada, para que los ricos paguen más impuestos.

Temores de calificación

El gobierno francés ya ha dicho que está trabajando en un impuesto especial a los que ganan más de un millón de euros al año (US$1,44 millones).

Se prevé que las medidas sean parte de un nuevo paquete destinado a reducir en hasta €14.000 millones (US$20.000 millones) el déficit presupuestario en los próximos dos años.

No está claro exactamente de qué forma se aplicará, pero se espera que incluya una reducción de las excepciones fiscales y aumento de los impuestos a las grandes empresas.

El gobierno se ha visto obligado a actuar después de los recientes temores de que la calificación de crédito AAA de Francia pueda bajar.

Francia planea recortar su déficit público un 5,7% este año, un 4,6% el próximo año y un 3% en 2013.