Crece la añoranza a la URSS
Por irónico que parezca, los rusos sienten nostalgia por la URSS. El número de partidarios de la democracia en Rusia ha caído del 67% al 57%.
La mitad de la población tiene la opinión de que en Rusia la democracia debe ser “distinta de la de otros países”. Solo el 29% de los rusos quieren que la democracia en su país sea similar a la de Europa y Estados Unidos y el 16% desea que “sea como en la Unión Soviética”.
En una nota publicada por El Mundo, se explica un poco de la historia por la que tuvo que pasar Rusia para llegar a el sistema que hoy tiene, aquí un extracto.
Primero cayó el prestigio del Parlamento, cuyas sesiones a finales de los ochenta ganaban en audiencia televisiva a los mejores partidos de fútbol pero cuya disolución a cañonazos en octubre de 1993 prácticamente no encontró oposición en la sociedad rusa.Luego llegó la hora del Gobierno, pues todos entendían que el mango de la sartén está en el Kremlin, y es allí y no en los respectivos ministerios donde se deciden las cuestiones de defensa, política exterior o economía.
Y por último, parece haber llegado la hora de la Presidencia: para la mayoría de los rusos, según las encuestas, quien manda en el país es el primer ministro, Putin, y no el jefe del Estado, el presidente Medvédev. De este modo, lo importante vuelve a ser la persona y no el cargo, igual que en los tiempos de Stalin.